La Casa de los Espíiritus en el Teatro Arriaga de Bilbao, con una coproducción del Teatro Español, Grec 2020 Festival De Barcelona y Teatre Romea

 

 En una Noche Blanca de 9 de octubre, en la que se celebra que Bilbao cumple 721 años, con la fachada del Teatro Arriaga de color azul fantasmagórico por la que trepan caracoles rojos, como si el realismo mágico de Isabel Allende hubiese rebosado el escenario, derramándose al exterior, hemos asistido a la adaptación teatral de la obra "La casa de los espiritus" de Carme Portaceli.



 Quién no ha sucumbido a la evidencia de estar asistiendo a una formidable historia con la lectura de la novela de Isabel Allende,  "La casa de los espíritus", publicada en 1982. Una novela sobre tres generaciones de mujeres alrededor de un solo hombre, Fernando Trueba, un tirano, un patrón inmisericorde, un conservador que detesta los bolchevismos y las modernidades que trae el siglo XX con sus aspiraciones de igualdad de género, sus derechos de los trabajadores y otras fanfarrias que no deben tolerarse, según su opinión. 

La buenísima adaptación realizada por Carme Portaceli dura tres horas y veinte minutos (incluidos diez minutos de descanso), una duración necesaria para comprender la evolución de la familia Trueba, inserta en la historia de Chile, todo un siglo de cambios y de revueltas, de progresismo y de fascismo dulcificado por los sueños de Clara, quien parece volar como una pluma sobre la violencia, el desamor, los cambios sociales y los vaivenes de la vida conyugal con un hombre que no es fácil, pero que la ama con ternura.

La obra genial de la autora chilena, también llevada al cine, ha subido a los escenarios, gracias a la coproducción del Teatro Español, Grec 2020 Festival De Barcelona y Teatre Romea  que nos presentan a la familia Trueba, a través de un elenco de actores y de actrices de primera línea: un soberbio Jordi Collet (Fernando Trueba) que es viejo y es joven, que es violento y tierno y que acapara el escenario por si solo durante toda la duración de la obra en un notable esfuerzo físico e intelectual que deja al espectador atónito; una dama del teatro, Carmen Conesa, que pasea su elegancia, su buena voz y su perfecta dicción en la voz del personaje de Clara; una Inma Cuevas profesional, conocida por el público por múltiples obras de teatro y de televisión; una narradora convincente, Miranda Gas, que interpreta a la nieta Alba; sin olvidar al resto de actores y actrices: David Fernández “Fabu”, Gabriela Flores, Francesc Garrido, Borja Luna, Pilar Matas y Guillermo Serrano.

Esta coproducción se llevó ayer sábado, 9 de octubre de 2021, el larguísimo aplauso de un público puesto en pie y enardecido por la magia de la escena, apenas unas pantallas audiovisuales para ofrecer el vídeo de Salvador Allende y un conjunto de sillas en movimiento que simulan terremotos, revoluciones, la paz de una vivienda, el nacimiento de los hijos, el amor, un siglo de política, o la vida y la muerte de los personajes inolvidables de esta enorme historia.

El teatro siempre es magia, es imaginación y es, ante todo, un enorme esfuerzo de memoria y de comprensión, demás de un profundo conocimiento del ser humano con sus miserias y sus grandezas. 

Por eso, damos las gracias a la directora, a los actores y actrices y a todo el equipo que intervino en la producción de "La Casa de los Espíritus".

Diseño de Espacio Escénico: Paco Azorín.
Diseño de Iluminación: David Picazo.
Diseño de Vestuario: Carlota Ferrer.
Coreografía y Movimiento: Ferrán Carvajal.
Música original y Espacio sonoro: Jordi Collet.
Diseño de video: Miquel Àngel Raió.
Diseño de sonido: Pablo De La Huerga.

                                                                     El teatro nos enseña más de nosotros mismos. 

                                                                        Ascension Badiola (escritora)

 

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