Quitamiedos en el Teatro Barakaldo el 16 de noviembre de 2019











Kulunka Teatro presenta la obra Quitamiedos:
Los ángeles de la guarda sufren de narcolepsia, tanta noche en vela acaba por pasarles factura
Una tarde, al volver a casa en coche después de una entrevista de trabajo, un atardecer despampanante despista a Carlos. El coche se sale de la calzada, atraviesa el quitamiedos y cae por un terraplén de unos diez metros. Como consecuencia del accidente, Carlos muere.
Pero la transición entre la vida y la muerte es bastante más dilatada de lo que se cree. Desde que el corazón deja de latir, hasta que el cuerpo se funde con la temperatura ambiente, se está produciendo el encuentro del difunto con su ángel de la guarda.
Además, el recien finado debe ser iniciado en diversas técnicas, puesto que le será asignada una nueva labor…

 El gasteiztarra Iñaki Rekarte nos ofrece un texto sobrio y original con un levísimo sentido del humor sobre lo efímera que es la vida.

Un ser corriente del montón que ha vivido sin pena ni gloria, como la mayoría. Un ángel de la guarda que posee un gráfico con los altibajos de esa vida (el mejor gol, la boda, la infertilidad, el divorcio, el paro...).

Jesús Barranco y Luis Moreno interpretan bien su papel, de una forma muy realista, sin excesos. Podrían ser cualquiera de nosotros, los que estamos al otro lado del telón.

Quitamiedos, que ni no tengo mal entendido, se estrenó en la apertura del Festival Internacional de Teatro de Vitoria en octubre de 2019 es exigente como lo fue Solitudes, el teatro de máscaras que ganó el premio Max 2018 y su autor, Iñaki Rekarte es también el director de la obra. 

Respecto al vestuario y la escenografía, Ikerne Giménez está muy acertada, igual que Javier Ruiz de Alegría con la iluminación, tanto que, a ratos, la obra produce un escalofrío en el espectador. Una conversación en la carretera, junto al quitamiedos roto por el accidente, de noche, con la única interrupción de unos faros y el ruido del motor de algún coche que pasa cada cuanto, congelando la escena y dejando inmóviles a los que conversan, el que guarda y el guardado, mientras estos revisan el concepto del amor, la cercanía a la nada, una curva, el último atardecer precioso, un simple descuido y todo se acabó, para siempre... 

En mi opinión es un drama muy bien llevado a la escena, que trata de un tema triste como es el de la muerte o el de los accidentes en la carretera y que aborda como tema subyacente la soledad que todos los humanos llevamos dentro con nuestros éxitos y nuestros fracasos en la balanza, además de plantear la dicotomía egoísmo-amor, a menudo inseparable. Me ha gustado.

Mi puntuación sobre diez: ocho.