La novela comienza con el "abandono" de un niño pequeño por su madre, tal y como el crio lo vive, en la fortaleza de su abuelo con el fin de ser formado para ser caballero de armas en torno al año 1300.
Begoña Pro escribe en las primeras páginas:
El carro se detiene delante de un palacio de gruesos y rojizos muros, en cuya fachada luce el escudo de los Almoravid. Martin permanece sentado. Trata de alargar aquel momento eternamente. Ya hemos llegado, le dice su madre con tono cariñoso. ..A Martín se le atragantan las palabras de Johana. No quiere hacerlo, pero en ese momento la odia por apartarla de su lado y preferir a sus hermanos en vez de a él.
Es una época en la que los niños permanecen al cuidado materno hasta los 7 años como mucho, pero después son separados de las mujeres de la casa para, en el caso de querer seguir una carrera militar, como es el caso que nos ocupa, ser puestos en manos de alguien elegido por su prestigio en el mundo de las armas, en este caso, en las del abuelo del chiquillo, Fortún Almoravid, un guerrero, que lejos de ser un abuelo al uso, pasa de su nieto a quien considera un incordio.
La novela transcurre durante siete años, el tiempo que Martín pasa con su abuelo, que lo trata al modo antiguo sin ningún miramiento y con la distancia y la frialdad con que con que se trata a un siervo, valiéndose incluso de castigos duros como el de hacer a su nieto arrastrar una piedra mucho más grande y pesada que él, para lo que niño deberá ingeniárselas utilizando la astucia y no la fuerza.
El relato, que es ficción, pese a que los personajes existieron en la realidad, igual que los hechos históricos que se mencionan, es la serie de aventuras y desventuras que sufre el chaval con tal de sobrevivir en un mundo hostil, sin caricias maternas, mientras es criado-doncel de su abuelo y luego escudero para terminar siendo caballero, una vez superada su dura formación. Además, la autora introduce algunas notas al pie ilustrativas del hecho histórico que menciona, con el fin de ilustrar a los lectores que quieran saber más.
En mi opinión, lo mejor de la novela, además del entretenimiento que aporta, es el arco del personaje de Martín, que se dibuja con acierto desde su llegada siendo un niño hasta que logra la fortaleza del adolescente, después de superar mil y un obstáculos y, gracias al amor propio que le permite alzarse sobre los fracasos.
El alférez del estandarte real es una novela histórica y de aventuras, pero sobre todo es un relato de superación constante. No hay éxito sin esfuerzo y esta novela premia al lector en cada capítulo.
Begoña Pro ya es experta en novelas como ésta.
La chanson de los infanzones (Ttarttalo)
Bajo las cenizas de la Navarrería
La dama blanca de Champaña
Recomiendo la lectura de EL ALFEREZ DEL ESTANDARTE REAL, publicado por Txertoa.
